Cuando a veces la formalidad trata de imponerse gracias a unos titulares destemplados, aparece un Duende para recordarme que no hay que aflojar la sonrisa en la mirada… Gracias Cecilia Lanza por traer a la Señora Manuela Sáenz…

Cuando a veces la formalidad trata de imponerse gracias a unos titulares destemplados, aparece un Duende para recordarme que no hay que aflojar la sonrisa en la mirada… Gracias Cecilia Lanza por traer a la Señora Manuela Sáenz…