La tarea más complicada en este momento es desactivar la bomba de relojería de una narrativa sembrada durante 20 años. Hay una generación que ha crecido escuchando sólo el discurso oficialista, agresivo algunas veces, eficazmente silencioso en otras, y gratuitamente multiplicado en textos oficiales.
Y en el extremo de la derecha, hay un proyecto conservador que no reconoce la existencia de otro país, que ya no es del que fueron desalojados por el proceso de cambio.
Sugiero, con urgencia, la lectura del artículo de María José Rodríguez para ayudarnos a construir el Centro Democrático, en el que queremos vivir la Gente Decente.
