Vengo utilizando la alegoría desde el año 2011. El texto que transcribo es del 2024. La claque, los amanuense y corifeos, celebraban entusiastas sus obras, discursos, chistes, ocurrencias y sandeces. Hubo quienes ejercían el noble oficio de interpretar lo que decía para que la gente estuviera segura que las estupideces que había escuchado, no eran ciertas sino todo lo contrario. Y el país, sin importar el precio, fue sembrado de canchas, obras y construcciones que se están desmoronando solas y sus mismos compañeros del MAS ya no pueden sostener más. No necesitamos que pidan perdón por haber engañado con tanta saña, para eso les pagaban, eran funcionarios disciplinados y no querían perder su trabajo. Algún día les llegará la justicia. Necesitamos, nosotros, tomar consciencia de lo que ocurrió para no volver a poner en riesgo nuestro futuro y el de nuestros hijos. Dos veces, no.
«Hace casi dos siglos, en 1837, Hans Christian Andersen publicó una fábula titulada El nuevo traje del emperador. Cuenta la historia que un monarca que se preocupaba mucho por su vestuario un día oyó que un par de artesanos podían fabricarle la tela más suave que pudiera imaginar, pero, además, con la sugestiva propiedad de que era invisible para los tontos o incapaces. Una vez que le anunciaran que estaba terminado (y sin querer admitir que no veía nada), el rey se puso el inexistente atuendo confeccionado con la tela para participar en un desfile y se paseó delante de todos en ropa interior hasta que un chico exclamó: “¡Pero si el rey está desnudo!”.
Evo Morales fue calificado como el redentor de los oprimidos, el indio constructor de un nuevo mundo, la reserva moral de la humanidad, el guerrero invencible contra el imperio, el protector de la Madre Tierra y la hoja milenaria… el que devolvió la dignidad a l@s indígenas, el que puso el satélite Tupac Katari en el espacio infinito, el que sacó a tres millones y medios de bolivian@s de la extrema pobreza y desarrolló para el mundo el modelo económico social comunitario productivo, como ejemplo que nadie repite…
Evo Morales, la persona, el ser humano, el indio, el mestizo, el líder construido, el conductor de las masas que no practica el chacha warmi, nunca dio un discurso en su lengua, ni es líder territorial; Evo Morales que prebendalizó la administración pública, corrompió la justicia, dejó que crezca la violencia contra la mujer y sometió a la derecha separatista, neoliberal, k´ara, caray, culoblanco, terrateniente y vende patria; ese Evo Morales, todo el tiempo, estuvo desnudo…
Lo vistió la Europa culposa por los 500 años de coloniaje y barbarie.
El primer mundo y sus organismos que necesitaban un indio gobernando un país en el tercer mundo.
Los constructores de la leyenda negra que necesitan pueblos pobres que no generen conflictos a la hora que las empresas les compren recursos naturales, agua y oxigeno que necesitan.
Los fabricantes de consumo, tecnología, conocimiento patentado y que cotiza en la bolsa, y que no quieren entender la importancia que tiene el enseñarnos a pescar.
Y nosotros…
a Evo Morales lo vistieron los Arce, García Linera, Choquehuanca, que admiraron la creación que habían creado y la siguieron construyendo hasta donde alcanzaron los recursos para construir la última cancha sintética, con ñustitas para que se divirtiera después del partido armado para que gane…
la academia acrítica, satisfecha y perezosa que se encerró en la soberbia del saber burocrático…
los líderes que se dejaron vencer por el discreto encanto de la burguesía, las cuotas de poder y la modorra de una Historia almidonada que ya fue borrada por el proceso de cambio y en la que no dieron espacio a la Guerra del Chaco, la Revolución Nacional y el 10 de octubre de 1982,
lo vistió la economía que hizo negocios, necesita divisas, no tiene combustible y para producir y exportar, debe esperar el cupo definido por un ministerio y que se suspenda el próximo bloqueo que ya está anunciado, y en el que la competitividad y la inteligencia artificial son palabras subversivas
todos los bolivianos, que para sobrevivir, renunciamos a ser ciudadanos, nos volvimos súbditos y estamos viendo como se van nuestros jóvenes, lejos de este país tranca…
Para que esto no siga, ¡basta de líderes desnudos, sean de poncho, levita, tipoy, pollera o charreteras, y que con la única lengua en que nos entendamos, sea el de la decencia, la democracia, la justicia y la libertad!»



