Para quienes sostenemos que lo mejor que le puede ocurrir a Bolivia es el fortalecimiento del Centro Democrático, expresado en el liberalismo republicano, el nacionalismo revolucionario y la social democracia, se van aclarando las opciones electorales.
En este proceso, el domingo 18 de mayo habrá terminado una etapa azarosa y todavía imprevisible de nuestra vida democrática, para dar inicio a otra de características impactantes que concluirá el 17 de agosto.
Finalmente, ¿quienes serán los candidatos a la presidencia, vicepresidencia, senadores y diputados, y con qué siglas partidarias o alianza, participarán? La papeleta elaborada por Rafael Archondo hace 1 semana, ha cambiado, radicalmente.
El nivel de ruptura y debilitamiento de los partidos políticos, con la previsible dispersión del voto de la oposición, planteó procedimientos enrevesados para la designación de candidatos, cuando en una democracia regular, eso correspondería a una labor interna de los partidos.
Similar dificultad, incrementada por el desgaste, sufre el MAS como organización oficialista que en este momento, sufre una división en 3 sectores, sanguinariamente enfrentados.
Preparemos el espíritu para soportar una semana tensionante en la que seremos testigos de la destrucción de honores y dignidades, con insultos, desencuentros y confrontaciones atroces. Sin embargo, no olvidemos que se está acercando la hora en la que haremos escuchar nuestra decisión para superar definitivamente esta crisis.
Comprometámonos ahora que iremos a votar, y ya tendremos tiempo para ponernos de acuerdo por quién.