Gustavo Torrico nos acostumbró siempre a la crudeza y agresividad de sus declaraciones. Esta, es la cereza en el helado por su oportunísima y voluntaria locuacidad: “Es eso de lo que me arrepiento, porque de saber que el abusó a las niñas y demás venía por ese camino, hubiese hecho girar (a Evo) y, de verdad, que el francotirador le plante uno (un tiro) en los huevos, y así nos librábamos de ese flagelo de violaciones”.
Siendo Viceministro de Coordinación en ejercicio, su palabra Causa Estado, es decir, lo que dice ES CIERTO. Un análisis básico de sus declaraciones dejan en evidencia:
1. Le salvó la vida a Evo, antes de ser presidente, cubriéndolo con su cuerpo para que un francotirador no le dispare.
2. Dice que de haber sabido entonces, que Evo, año después sería un violador de niñas, habría hecho que le disparen donde radica la «condición de su ser masculino», y esas situaciones no se habrían producido.
3. Reconoce, seguramente por la información que posee como alto funcionario gubernamental, la veracidad de las denuncias contra Evo (no utiliza la palabra «supuestas»).
4. Se suma a los masistas que, después de haber hecho cuestión de estado la defensa irreflexiva e intransigente de Morales como presidente del MAS, hoy no tiene reparo en señalar la responsabilidad violenta de Evo, en contra del su gobierno, el MAS de Arce.
5. Esta narrativa, distraccionista, no empata con la inacción gubernamental frente al volumen de las denuncias.