Llegó hasta donde es posible, antes que cause más daño. Bolivia depende de una persona que ha perdido el sano equilibrio. Está acorralado y dispuesto a inmolar a los demás, pues él, en función del mandato mesiánico que asume, debe ser preservado para la próxima confrontación contra el imperio.
Y pensar que hubo quienes lo propusieron para Premio Nobel de la Paz.