(14) Decir lo que diré, reconozco, puede ser políticamente incorrecto aunque el debate electoral debiera ayudar para sincerarnos. Sigamos.
Marcelo Claure sigue sorprendiendo con su 2da encuesta, mientras el sistema político guarda un silencio que está empezando a preocupar por razones elementales. Necesitamos ver la misma película.
1. Ha logrado convertirse en el ciudadano boliviano más influyente del proceso electoral. Se conocen reuniones con representantes de partidos, agrupaciones políticas, personalidades, entrevistas exclusivas a medios de comunicación, al mismo tiempo que emite permanentemente juicios de valor sobre situaciones, candidatos y personas a través de sus redes.
2. Ha dicho que busca apoyar a los ciudadanos para que estén mejor informados a la hora de emitir su voto en las elecciones del 17 de agosto, y que apoyará al próximo gobierno, quien sea elegido.
3. Ha hecho público que aportará recursos personales para realizar encuestas, garantizar la elección del candidato si ella se realiza, y que gestiona recursos para un fondo de apoyo al proceso electoral. Ya sorprendió con la firma de un convenio con la Universidad de Harvard que permitirá contar con planes de desarrollo en favor de la población.
4. Aunque materialmente está fuera del sistema político (no forma parte de ninguna agrupación y ha dicho que no alienta ninguna candidatura), se relaciona de manera directa y expedita con él, sea del gobierno o de la oposición. Se expresa con la contundencia y locuacidad de un empresario exitoso, convencido que lo que está haciendo es bueno y cuidadoso de explicarlo para que así se entienda.
5. Las acciones que está ejecutando tienen carácter privado, como son las razones que lo motivan y ejecuta; no dependen de consultas con actores políticos, un cuerpo colegiado o directorio corporativo, quedando liberado así de cualquier control que no sea su voluntad, el volumen de los recursos personales que destina y el cumplimiento de las disposiciones legales de naturaleza comercial y laboral del Estado.
6. Dejando claro que no observo las decisiones privadas y comerciales de Marcelo Claure, debo advertir que están empezando a ejercer influencia pública, social, política y electoral, impactando de manera directa sobre la ciudadanía y sin que exista un mecanismo que garantice que las consecuencias que puedan producirse, respeten la libertad de pensamiento de los ciudadanos.
7. Luego de corregidas las observaciones sobre metodología y aplicación de la primera encuesta, esta segunda ha dejado paralogizado al sistema político por ofrecer unos datos que sorprenden y que no son similares a las otras encuestas que se difunden por canales públicos de manera regular. ¿Cuál, entonces, tiene la garantía de transparencia? La preocupación es legítima porque lo que está en juego no es la medición comercial de un producto sino el destino de nuestra vida en sociedad.
8. No he escuchado a los pre candidatos involucrados ni a los jefes de sus agrupaciones, observar, no la validez de datos que sacan de circulación a candidatos que se creen notables, posicionando otros, sino sobre la garantía de transparencia que debe tener la orientación electoral en favor de la ciudadanía.
Más allá de la buena voluntad, bonhomía y soledad de un mecenas generoso, y para que su labor continúe, estamos en el derecho de exigir que no existan sospecha de manipulación de los datos y de la información.

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