Samuel es el primero en presentar un Plan bajo el nombre de “Soluciones”, que busca debatir ideas que enfrenten las dificultades económicas, sociales y políticas que vive el país; y ha informado, que en las próximas semanas se anunciará la unidad de los líderes opositores tendente a lograr un candidato de consenso para las elecciones de 2025. “Desde ese punto de vista, además de los expresidentes Mesa y Quiroga, está Luis Fernando Camacho, está también el rector de la Gabriel René Moreno, Vicente Cuellar, y estoy yo.”
Las experiencias que buscaron acuerdos en las últimas elecciones fueron un fracaso en términos electorales por la dispersión del voto. Salvo el periodo generado el 2019 en el que ganó el voto útil con el binomio Mesa/Pedraza, que dejó en evidencia un fraude bochornoso con la renuncia de Morales/García Linera, continuó con el desastroso gobierno de la presidente Janine Añez, y concluyó en el triunfo del MAS con Arce/Choquehuanca, la búsqueda de una candidatura de unidad fuerte en la oposición, no ha dado resultados.
En ese escenario, a quienes tendrán que gobernarnos de una manera diferente desde 2025, queda exigirles que no jueguen con la esperanza de la ciudadanía pues nuestro país está cayéndose y quemándose, sin que esto sea una metáfora; y aunque todos tienen derecho a ser candidatos, como ciudadanos demandamos transparencia, capacidad y un compromiso que proscriba la corrupción.
Junto con esos nombres, existe una lista de ciudadanos/as que esperamos saber lo que piensan en relación a estos esfuerzos. Son ciudadanos que en algunos casos han propuesto compromisos preelectorales (primarias o encuestas) y están sumando su trayectoria actual o la que han tenido históricamente, para que no quede nadie sin ser escuchado. Los nombres, los conocemos porque han expresado su voluntad de ser candidatos, o tienen calidad de líderes por derecho propio:
Rodrigo Paz Pereira.
Amparo Ballivián.
Agustín Zambrana.
Carlos Borth.
Branko Marinkovic
Antonio Saravia
Jaime Dunn
Mario Cossío.
Leopoldo Fernández.
Queda en evidencia, también, la necesidad de incorporar mujeres, indígenas y trabajadores que recojan la voz plural de la sociedad boliviana.

