Con la constatación empírica que se puede plantar en 8 departamentos.
1. En esta secuencia gráfica, te comparto la emoción de sentir el sabor y el perfume de la primera taza de café de grano producido por mi mismo, con objeto académico, de investigación y de coherencia práctica. No soy y no seré un caficultor comercial, pero he seguido el proceso desde plantar el cafeto, cuidarlo, regarlo, ver su crecimiento, y pasar por la flor, cereza, cosecha, despulpado, secado, despergaminado, tostado, molido y filtrado.
Las fotos empiezan con el café que degustamos hoy día con Carolina y Doña Victoria, y retroceden en el tiempo a mayo del 2022. El relato, se inicia desde ese momento, y como todas las historias que reproducen la vida y por eso son dignas de contarse, está cubierta de ternura inequívoca y manifiesta.
2. Victoria Vásquez, que nos acompaña en nuestra casa, al escuchar mis correrías sobre el café, en un viaje que realizó a Caranavi al inicio del 2022, volvió con un cafeto que pusimos en una maceta, a medio sol en el balcón del 3er piso en el que vivimos.
3. A las 11 de la mañana del sábado 28 de mayo del 2022, en un lugar recóndito y cubierto por la magia de la complicidad que debe continuar, con Maria Belen Arias, trasplantamos la esperanza. Como era una planta única, igual que la de El Principito, María Belén sugirió que se llame Constanza. Y así lo hicimos.
4. Constanza fue creciendo, y como variedad arábica de alcurnia traída desde Yungas por nobles manos collas, se aclimató soberbia en la bajura grigotana. Hasta ese momento, ya le había preguntado a Captura Consulting la historia del consumo de café en Bolivia y los datos eran auspiciosos y provocadores.
5. Soportó dos inviernos y todo fue yendo de manera tan propicia, qué el vigor híbrido del origen combinado con el calor de la bajura, ofrecieron adelantada, tímidamente, la primera cosecha. El proceso había acompañado ya, dos ediciones de mi investigación sobre el café.
6. Hay una lista larga de jardines secretos que todavía deben ser guardados, con nombres, lugares y experiencias. Desde El Limal, en Emborozú; El Paquió, en Magdalena; Buena Vista; Benevento; MINGA; Cuevas; Samaipata; Don Peki en Pando; Takesi; Hacienda Florencia; Las cabañas de Max, Entre Ríos. Ya llegará el momento. Con la mirada furtiva, subrepticia y picaresca, gracias a todas las circunstancias que lo han permitido! Sin embargo, sigue siendo la más simpática e impactante, los 120.000 plantines sembrados por la Gobernación de Pando, iniciativa de Papito Richter y Silvia Oliva Avaroma.
7. Entonces, es posible plantar un cafetal del tamaño de Bolivia. Lo certifico entusiasmado! Y lo acompañé hoy, con una Sultana refrescante.
8. Una maceta o un espacio de tu jardín, están esperando el compromiso con la vida. Nuestros abuelos tomaban el café plantado en el canchón. Como en todas las misiones de Moxos. Y el Café de la Siesta, como lo instituyó la cultura popular y lo divulgó don Pedro Rivero Mercado, debe volver a ser la sinfonía de los sentidos.
9. En el jardín de la casa de mi hermano Rony Vaca Pereira y en una maceta donde Ana Maria Molina, ya hay dos café creciendo