Referendum Revocatorio: las preguntas.

Mi estimado Carlos Hugo:
¿Las preguntas tienen su sesguito, no? Legítimo, por cierto. Coincido con Julio en que la gran interrogante tiene que ver con la posibilidad/necesidad de impulsar un referéndum democrático en todo el país. Tres referéndums, más bien: el revocatorio, el dirimitorio (acerca del latifundio) y el constitucional. Sospecho que los dos primeros debieran ir juntos, digamos en abril. Y el tercero en septiembre. Agitado año nos espera el 2008. ¿Y después?, como interroga el canto. Importa el después. Democracia y unidad nacional, es la consigna.
Te/les dejo una pregunta: ¿qué hacemos para que los dirigientes-población hoy movilizada en cuatro departamentos se las juegue, el todo por el todo, en el referéndum? ¿No es mejor un referéndum democrático, participativo, pacífico, competitivo, etcétera, que acciones de facto que pueden llevarnos a la violencia y dividir el país?
Ya hay una nueva CPE: que el pueblo decida.

¡Que novela che! Esto es una película de Scorsese.

REFERENDUM REVOCATORIO: UNA SALIDA DUDOSA

La propuesta presidencial de llamar a un referéndum revocatorio de su mandato y el de los prefectos se constituye, sin duda, en una cierta apertura democrática, hasta ahora tan extrañada en el accionar del presidente y su entorno palaciego. Sin embargo, cabe preguntarse hasta que punto esto puede ser realmente útil, dado que la oposición, principalmente regional, no solo se centra en la confrontación con persona del líder indígena ahora presidente del país, si no más bien se centra en el proyecto país del MAS (no solo de Evo) ahora sustentado en su propuesta de constitución hoy aprobada en grande con muy escasos márgenes de legitimidad. En este contexto, conviene hacer un análisis de escenarios posibles sobre los resultados de ese posible referéndum, tarea tan dificultosa como necesaria en un estado de cosas que a cada momento nos presenta sorpresas. En el primer escenario, seguramente al que le apuesta el presidente, Evo ganaría el referéndum frente a una virtual derrota de los prefectos de la “medialuna”, ratificándose de esta manera en su puesto de presidente con una legitimidad de origen harto fortalecida al lograr la hegemonía tan añorada por Prada, uno de los principales hombres fuertes del partido de gobierno, y que el MAS cree imprescindible para levar adelante la “aplanadora” de sus reformas sin mayores resistencias. En el segundo escenario tanto Evo como los prefectos pierden, dejando un enorme vacío de poder que deberá ser llenado a partir de unas nuevas elecciones, resultado, un país en incertidumbre con por lo menos seis meses perdidos entre un proceso electoral y otro, en este caso pierden mas las regiones pues el sucesor constitucional, en este caso el vicepresidente García continuaría con la misma política frente a un escenario regional virtualmente “descabezado”. El escenario tres nos pinta a un Evo que pierde frente a los prefectos, quedando en situación similar a la de antes, pues seguramente se procederá a una sucesión constitucional y Álvaro García asumiría la presidencia con el mismo proyecto que hasta ahora esta provocando el estado de crispación social en el país, resultado, de nuevo en el mismo desencuentro pero seis meses mas tarde y con muchos millones menos en las arcas estatales. En el último escenario que se me ocurre, todos ganan, Presidente y prefectos, quedando el país nuevamente en la misma situación, es decir, ambos bandos políticos fortalecidos en sus legitimidades y con mayores tendencias a radicalizarse para conformar a un electorado aún más polarizado por la justa plebiscitaria, mas de lo mismo con pérdida de tiempo y recursos. Entonces cabe la pregunta ¿es realmente útil y sincero el llamado a referéndum revocatorio que hace el presidente Evo Morales? Luego de las reflexiones antes realizadas seguramente el lector coincidirá conmigo en que aquella sería una medida inútil y responderá con un no rotundo. Si estos es así ¿Qué es lo que correspondería? Y aquí, desde mi mas que humilde óptica personal mi respuesta se inclinaría por aprovechar las ansias del presidente de poner toda la carne en el asador e ir mas allá, sin miedos ni complejos, dejar todo en manos del soberano, es decir, llamar directamente a NUEVAS ELECCIONES, con esto se lograría de una vez todas o consolidar la hegemonía del MAS o al menos la morigeración de sus afanes radicalmente reformistas o un recambio para dar una dirección a las tan anheladas transformaciones, superándose de alguna manera el desencuentro social que nos esta llevando a un crispamiento que en algún momento puede tornarse descontrolado.

El Federalista.

Los bolivianos somos incapaces de redactar una pregunta para referendum, sencillamente no podemos. En cuanto se nos presenta la cuestión, inmediatamente queremos ser más listos que nadie, aprovechar el texto para balancear a los votantes a nuestro lado, mostrar nuestro ingenio y nuestra habilidad criolla para camuflar nuestros burdos trucos proselitistas.
En los últimos dos referendums hemos hecho pesimas preguntas. En el primero, el referendum del supremo «maslistoquenadie» Carlos Mesa (desde mi modesto punto de vista el peor presidente de la historia republicana democratica de Bolivia) se hizo exactamente lo que no debía hacerse, una pregunta de ambiguo carácter interpretativo que nadie podía comprender con exactitud. En el segundo, en el de las autonomías, la pregunta estaba tan mal hecha que todavía se discute su resultado. Ahora volvemos a lo mismo. La pregunta hecha por el gobierno pretende tener trampa, unir la figura de Evo con el cambio, con el futuro, con la esperanza y meter, de paso, a García Linera en el paquete. Yo, si puediera elegir, eligiría que se fuera García Linera y se quedara Evo Morales. Al menos este no finge ser lo que no es.