Señora ministra de Culturas, Sabina Orellana, los medios de comunicación social recogen una declaración en la que habría expresado: “Usted se cree dueño de Santa Cruz, usted, además, no es indígena, es nuestro inquilino y como inquilino, señor Calvo, tiene que saber respetar al Estado boliviano y saber respetar a sus autoridades.”
Si la wiphala, símbolo asumido como propio por una parte de la ciudadanía, los pueblos y nacionalidades de Bolivia, fuese aceptado con el mismo principio de voluntariedad por la ciudadanía, los pueblos y naciones de los otros territorios de la patria, su calidad de nacional, sería indiscutible. Al no haber sido así, existe el legítimo derecho a plantear, con respeto, la diferencia sobre ella. Mire usted que en esta situación no se debate el Escudo, la Bandera, el Himno, la Escarapela, el Patujú y la Kantuta.
Le haría usted un favor muy grande a su investidura, el no dejar duda sobre su posición pues correría el riesgo de ser acusada de discriminadora y racista contra otra parte de Bolivia, que piensa diferente y no por eso se vuelve “inquilina”. Mientras tanto, usted ha cometido un dislate que solo queda repudiar.
“Usted no es indígena, es nuestro inquilino”
post anterior