Lo escuché con sorpresa, lo releí varias veces, lo busqué en los medios y me fui a la fuente, su Twitter del 3 de marzo. “Una exportación sin trabas permitirá captar más dólares que tanto busca el BCB”
En la confrontación abierta que sostiene con su gobierno, de baja, media y altísima intensidad, esta es la declaración más disruptiva, desproporcionada, inesperada y revolucionaria. ¿El MAS está planteando la liberación de la capacidad productiva y exportadora de Bolivia?
¿Estamos leyendo lo mismo? ¿Entendemos lo que ha querido decir? ¿Es verdad lo que está diciendo?
Más allá que luego cambie, que se corrija, que borre su Twitt, ya lo dijo. Y habrá que reconocer que esas palabras no se diferencia en nada de las que piensan, sienten y demandan los sectores productivos. Las palabras del jefe del MAS no son las de un ciudadano común, causan estado por la autoridad de quién las ha formulado. ¿Y si se convierten en una instrucción política?
¿Exijamos su ejecución para comprobar hasta dónde llegan?
Estoy pensando
1. en el sector vitivinícola de Tarija, que tiene el mayor impacto simbólico productivo en Bolivia… o
2. en las demandas reiteradas del sector soyero, que se define como «el sector productivo con el mayor potencial de crecimiento sostenible de recursos renovables”